jueves, 4 de agosto de 2011

Infelicidad y Castigo Vs Felicidad y Amor

Si buscas la felicidad, estas admitiendo que te sientes insatisfecho. Al pensar en eso constantemente solo te acarreas mas infelicidad y percibes que no sales nunca de la misma desgracia, de los mismos problemas y que todo es producto de la mala suerte, de tu estupidez o porque te lo mereces. Ninguna de estas cosas te hacen ver mas de un dia como algo milagroso. Piensas en que cada dia trae mas y mas consecuencias fatales para ti. Te levantaste del lado izquierdo de la cama, te diste un tropiezo con la esquina de la cama y el esfuerzo por pensar alguna cosa positiva se te fue al carajo, entonces vuelven los pensamientos negativos una y otra vez y te repites lo mismo: "Hoy sera el peor dia de mi vida".


No hay un metodo para la felicidad. No es algo que puedas buscar, porque no esta fuera. No es algo que necesites, porque te pertenece. No es algo que puedas desear porque eres el portador de ella. Pregunta: Que haces para dar con esta felicidad de la que te hablo? Solo debes VER. No es como ver un carro pasar rapido por tus ojos. No es ver como el poeta ve el cielo e hinchado de suspiro expira palabras de encanto, tampoco el ver de un analista que todo lo que ve lo clasifica y le bautiza con un nombre. No es el ver de algun predicador que cada cosa que ve tiene una explicacion teologica. No es ese tipo de Ver. Ver sin nombrar cada cosa, sino sentirla. A ese tipo de Ver me refiero. Es el ver de un mistico, como Jesucristo, como vio el leproso agradecido, la samaritana regocijada, Zaqueo, de ladron a generoso, Maria la hermana de Marta y quien eligio la mejor parte. Ellos vieron algo que jamas habian reconocido antes: La Felicidad del Vivir algo nuevo. Asi es como debemos Ver. El Ver de este modo solo nos impulsa a una cosa: Una accion llena de amor.

Ya es posible sentir la luz entrar a tu habitacion. Es posible admirarte de una hormiga en tu ventana, sentir la Vida refrescarte por cada extremo de tu cuerpo. Te sientes en paz, lleno de la mirada de Dios. Sientes por primera vez como Dios te mira, solo porque tu lo puedes Ver tal cual es, sin esquemas, sin tildes, sin prejuicios. La carne no tiene el objetivo que tenemos los que hemos venido de Dios para ir de nuevo a El. Somos como la lluvia que desciende para hacer crecer y regresa arriba. Igual nosotros, nuestro objetivo es empapar la tierra del amor que Dios nos ha tenido primero al darnos esta Vida, una vida que no hemos pedido y una oportunidad de contemplar la libertad de espiritu a traves de acciones de silencio. Se ha dicho por bocas de sabio: Destruir es facil, es de cobardes, es de tontos, es absurdo, porque no requiere ningun esfuerzo, es totalmente una accion sin sentido. Construir es loable, lo valiente, lo definitivo, lo real, lo que nace del corazon de Dios. Somos su imagen, debemos aprender a construir al igual que El.

Castigarte no te liberara de nada. Ofenderte, maltratarte, flagelar tu cuerpo, usar cualquier tipo de sacrificio en contra de tu cuerpo, templo del espiritu santo, no te salvara de la tentacion o la condena, primero porque te acercas mas y mas a la oscuridad y segundo porque ofendes la dignidad que Dios te ha dado para representarle como su imagen perfecta. La oscuridad es engañosa. Fijate bien, cuando te castigas, solo al mal le interesa que te hagas cierto daño contra ti mismo, para que al despreciarte, pues desprecies lo que Dios ha hecho en ti. De ninguna forma debes creer que tu cuerpo es el problema de tus caidas o debilidades, o un complejo asqueroso que debe torturarse con alguna clase de psicopatologia rebelde. Tu cuerpo es parte del proceso espiritual. Con lo que deberias luchar, la carne en si, no es el cuerpo. La carne representa todo lo que sale del corazon como algo oscuro: Malos deseos, mentiras, pleitos, muertes, relaciones sexuales ilicitas, chismes, adulterio, rencores, culpas, etc. Muchos creen que estas cosas se eliminan castigandose fisicamente y no saben que nuestra batalla no es contra fuerzas humanas o nuestro propio cuerpo, sino contra fuerzas sobrenaturales. Por tanto, para vencer en el nombre de Cristo una de estas cosas, debemos ir al plano espiritual. Transformar nuestra consciencia es el inicio de todo, elevarnos hacia la paz interna, encendernos de su amor por los demas y por nosotros mismos y dejar lo primitivo atras para siempre, porque lo nuevo siempre nace del Espiritu del amor. amen.