martes, 21 de noviembre de 2017

Mi Libro Roca y Arena

Mi promesa esta cumplida con este primer libro que logré sacar después de tantos años con la ayuda de Dios. Hay personas que me han dicho al comprarme el libro: déjame ayudarte comprándolo. La verdad es que, a mi no me están ayudando del todo, porque más es la ayuda que recibirán, que la que me darán.
Claro que estoy contento del aporte y el desprendimiento de su propio sacrificio para conseguir un material de tan buena calidad, pero les aseguro que el precio es mucho mayor. No les estaría dando ese precio de considerar que la obra vale muchísimo mas de lo que parece.

Gracias a todos aquellos que ya lo han solicitado e invito a quienes no lo han hecho, a conseguirlo. Invita a quienes lo necesitan, regálalo a una persona que le gusten estos libros o deja tus comentarios y opiniones en la página que te daré a continuación de youtube: audiolibros geniales.



Espero en Dios que este libro sea algo mas que un estímulo en tu vida, que sea la solución que habías estado buscando tanto tiempo a todos esos inconvenientes presentes. Que Dios limpie tu vida y la llene de su presencia. Amén.

domingo, 22 de octubre de 2017

No hay que cambiar, hay que volver


Esto lo explicaré. Considero de vital importancia la teoría de que hemos nacidos puros, sin manchas, tiernas criaturas inocentes de todo pecado. Durante la infancia se nos presentan comportamientos distintos de aquellos que nos crían o que están supuestos a protegernos. Pues bien, ellos no están lo suficientemente sanos de juicio como para reaccionar de igual modo frente a los tantos desafíos que les presenta la realidad una vez adultos. Eso les lleva a desencadenar niveles de estrés en los pequeños infantes, apenas conocedores de un mundo simple y sin compromisos.
Aquí surge lo interesante.
Estamos bien, cambiamos para mal como un mecanismo de defensa que se desarrolla estimulado por las condiciones presentadas en la vida. Luchamos y batallamos contra aquellas fuerzas que nos vencen constantemente y durante las batallas llegamos a perder y luchar contra nosotros mismos. Vamos siendo tan heridos que desarrollamos miedos y estos mismos se amarran al corazón como cadenas de acero bien firmes.
Para lograr volver al estado en el que nacimos, hace falta la conversión, no el cambio. El cambio fue hecho ya para mantenernos vivos en circunstancias extremas. Hace falta volver para obtener un poder  mayor al que pensamos que esta bien cuando damos acceso al miedo, la euforia o el odio.
No es el cambio lo que debemos procurar, es el volver a nacer de nuevo.
Yo no pido que cambies. Todo lo que ha acontecido en tu vida ha sido necesario para mantenerte vivo y tener la dicha de regresar a tu casa, al hogar donde naciste y, más importante aún, el cómo naciste.
No debes cambiar. Debes volver tu vida a ese momento en el que no conocías la culpa, ni el miedo, el odio o cualquier otro tipo de dolor o sufrimiento.
No se trata de ser o actuar como niño o infante, se trata de ver tu alma una vez más. Alcanzar este nivel de admiración compleja de ti mismo es el mismo cielo. Ejercitarse en esta forma del ser es trascender a una facultad única de ti mismo.
¿Es que acaso no es esto lo que busca el ser humano al final de sus días? Un descanso pleno de todas sus faenas, luchas y tensiones que padece por culpa de los trabajos y necesidades cotidianas.
Siendo niños, sintiendo esta capacidad dentro de nosotros como al caminar sobre la superficie de un río fresco y de aguas claras, estaremos en una etapa de nuestras vidas donde sanaremos con rapidez de todo tipo de enfermedad, porque no habrá estrés, conductas neuróticas, incapacidad para la tolerancia.
Tendremos adultos capaces de valorar y premiar a los niños por sus labores en vez de amenazarlos con castigos para propiciarles miedos y conductas agresivas.
Todos seremos capaces de ser felices. Habrá un buen comienzo una vez más.

domingo, 17 de septiembre de 2017

¿Por qué dormía Jesús durante una tormenta?

¿Por qué dormía el dueño del universo mientras sucedía una tempestad?

1. No le importaba lo que hiciera la tormenta, pues no le preocupaba en absoluto. Así que, dejaba que la tormenta disfrutara de un respiro.
2. Jesús admitía que necesitaba un buen descanso y, sin importar las tormentas que se presentaran en el camino, el tomaría esa siesta.
3. Quería poner a prueba a sus discípulos y no se molestó en levantarse para que ellos hicieran el trabajo de calmarla con el poder de la fe.
4. A pesar de que Jesús sabía que la tormenta vendría, que los discípulos se asustarían, no sabía si ellos elegirían  detenerla o elegirían sentir miedo. Por eso continuaba dormido.
5. Jesús les increpa a los discípulos porque no pudieron tener la fe necesaria como para detener la tormenta. A lo mejor porque ellos decidieron por la tormenta y no por la calma.
6. Jesús se incomoda con los discípulos porque ellos habían visto su poder y, a pesar de eso, todavía continuaban asustados. Por eso estaba dormido, hasta ver si uno de ellos se animaba a detener la tormenta.
7. En Jesús no hay miedo, tampoco tristeza, por eso la tempestad le era de poca importancia. Necesitaba que los discípulos se decidieran. Esa es la razón por la que se molesta con ellos.

Esta es la clave precisa y exacta del por qué nosotros los seres humanos tenemos problemas: es porque los preferimos a ellos que a las soluciones. Además, cuando ya entendemos que no hay problemas, esto no quiere decir que los estamos evadiendo, significa que ahora son retos, situaciones que sacarán lo mejor de nosotros, turbulencias que nos llevarán a un mejor lugar o nos harán una mejor persona.

En la vida hay tempestades todo el tiempo. Son como el curso normal de la vida. Son similares a una corriente de río imparable. Es inevitable querer detener cada tormenta, situación penosa, crisis, sacrificios, dolores inmensos, porque eso no es lo que quiere Jesús que hagamos. Para lograr el cometido preciso ante las tormentas debemos afianzarnos a su amor. Una vez que logramos alcanzar ver que Jesús es fuente de vida, ahí lograremos encontrar la poderosa gracia de la fe. Levantaremos nuestras manos y, con una voz tremenda, lograremos conquistar la naturaleza entera. Diremos: detente y ella escuchará. Jesús despertará sorprendido por tu valentía y se regocijará por tu confianza en su amor.

Un último consejo para conquistar la fe: no asumas que lo peor es tuyo, sino todo lo que es bueno. ¿No entiendes? Cuando hables, no digas así: por mi orgullo, por mi arrogancia, por lo malo que soy, por mi vanidad y mi lujuria. No asumas que lo peor es tuyo. Repite conmigo: aleja Señor Dios mío el pecado que atenta contra mi alma, creación tuya, y acércame tu amor, que es mi amor, por gracia de Jesús mi Cristo, mi roca, en quien me refugio. Amén.

sábado, 25 de marzo de 2017

La Potestad es Solo Para Dios

¿Por qué le das potestad a un nombre que lo único que hace de tu vida es convertirla en sufrimiento?
Escucho todo el tiempo personas que por alguna razón piensan que decir "diablo", "diablaso", "coño", les hace sentir de alguna forma "libres". Como si estuvieran practicando alguna forma de ejercicio mental para reducir el estrés desgraciado de sus vidas.
Y no me cabe la menor duda de que lo hacen por varias razones:
1. No saben por qué.
2. Fue lo que aprendieron escuchando a otros decirlo.
3. Les parece divertido.
4. Se siente liberador invocar una fuerza tan poderosa.
5. No perciben consecuencias en el conjurar, pronunciar, decir o exclamar tal nombre.

Así que esto se vuelve una moda sana, agradable. Dichas palabras forman parte de la cultura y ya es aceptable. Los productos alimenticios solo por amor al dinero colocan dicho nombre en sus portadas. Hace unos años que se venden las galletitas "el diablito". Son negras como el carbón y parecidas a las Oreo de chocolates. Está el vino "el casillero del diablo" el cual se convirtió en algo famoso después que se vieron obligados a contar la historia al mundo latino para evitar malas interpretaciones. Aún así, se continúa proclamando este nombre.
Fijémonos bien en un dato: solo en la iglesia se puede mencionar este nombre del diablo porque ahí se reprende su maligna presencia y se exalta la de Dios, que es la única que debe ser proclamada en los casos de que sean creyentes los que las usen constantemente.
Si usted es uno de los que usa la palabra "diablo" u otro derivado, sepa bien decir de paso: "que Dios reprenda". Porque da la casualidad que es así como van formando parte de usted y su vida aquellos seres a quienes usted invoca cotidianamente.

Es como reforzar su poder cada vez que lo menciona. Pues bien dice la Biblia: de lo que está lleno el corazón, de eso hablará la boca.
¿Cómo es posible que su corazón esté lleno del enemigo de Dios y no de Dios mismo. Hay peores casos en los que la misma persona que dice: "diablo, diablaso"; al instante también pronuncia: "Dios santo", indicando que el nombre sobre todo nombre ha de usarse en vano, en tono de relajo, para expresar un desinterés de un tema o por desahogar un sentimiento confuso del que no sabe el peligro que lleva.

Vivimos en una sociedad donde hablamos tanto de que los valores se están perdiendo. Esté escenifica uno de ellos.
Si damos potestad en nuestro corazón a quien destruye lo que Dios ha puesto en el, y no al vencedor, al rey, al único que se le debe toda potestad, honra, adoración y gloria, entonces continuaremos teniendo la vida que hemos decidido: amargura, dolor, sufrimiento, desgracia, el infierno. Porque solo  aquellos que invocan dicho nombre de hacen hijos del mismo. Por el contrario, quienes invocan con su corazón y boca a Dios, de El mismo recibirán los bienes que corresponden a los hijos herederos.

Si quieres vivir bajo un suplicio, un tormentoso espanto, una desdichada tristeza, si te encanta sufrir, ver tu familia destruirse, tu matrimonio perderse en la oscuridad, tus hijos perdidos en los vicios, es muy fácil la recomendación: sigue invocando a quien te ayuda a lograr esa meta. Pero, si buscas vida en abundancia, felicidad eterna, Gozo Infinito, invoca el nombre de Dios, su presencia en tu vida y todo tendrá vida, claridad, felicidad.
Al único que le debemos potestad es a Dios.
Si dices que no crees en El, tampoco deberías creer en su enemigo, porque ambos representan un tema religioso para los ateos. Así que no se puede discutir en los casos de los no creyentes, el que se pronuncie uno u otro, igual será una desgracia, pero quizás menor por ignorancia. Y esto lo digo porque van ya bastante veces que me tocado con personas que se dicen ateos y es sólo como un rechazo a Dios, porque continúan mencionando la palabra "diablo" sin la más mínima consideración. Por tanto, mi opinión es clara: si no vas a creer en Dios por tu ateísmo, tampoco deberías creer en el diablo (que Dios reprenda).

Si buscas erradicar de tu vida lo malo, empieza por evitar a toda costa repetir, mencionar o invocar esa palabra como si fuera algo normal de la cultura, tradición o lo que sea que te digan. Si no es para reprenderla, no tienes ningún derecho a decirla. Y si la dices, abstente de las consecuencias como puedas, cosa que solo Dios puede liberarte de dicho mal.
Por último te digo esto: No es lo mismo llamar al diablo (que Dios reprenda), que verlo llegar. Si continúas dándole potestad al enemigo, pues el será quien te de la mano al momento de tu muerte. Decide si vale la pena para ti continuar metido en este error.
Vive a Dios, si realmente lo quieres buscar. Vive solo para El. Evita en todo momento ser parte de dos, porque Dios es un Dios celoso. Amén.

martes, 3 de enero de 2017

DOBLE MORAL, DOBLE VIDA

Escuchen bien y no se confundan!

Entendiendo el complejo asunto sobre juzgar a otros, lo cual no es debido, sigo pensando qué hay un límite para todo. Para aplicar la ley no hace falta esta frase, porque a pesar de que la ley no es justa en su totalidad, ni es pura o loable, al menos busca acercarse en su dimensión propia. O sea, se vale tener aspiración a querer ser mejor por el bien de todos, aunque no siempre seamos perfectos en cumplir a cabalidad este razonamiento.

¿Cuál es el punto con esta introductoria demanda aparentemente sin sentido?
Hay en facebook, en otras redes sociales, en la realidad también, pues un asunto de enorme gravedad, que de buscar culpables creo que todos a lo mejor tendríamos algo de eso, pero la ley no dejará de aplicarse porque todos incurran en el mismo delito al mismo tiempo. No, así no será nunca.
Fíjense en el patrón de conducta de muchas personas que sostienen una creencia en Dios a medias. Es cierto que casi la mayoría es así, pero eso no implica que deba ser público ni correcto este tipo de comportamiento basándonos en aspectos de respeto moral, asuntos de escándalos, menores viendo esa doble vida y considerando ser igual en dicha conducta.
¿A que me refiero?
Cuando subes una imagen de ti en paños menores, diciendo que la vida hay que gozarla, con botellas de alcohol en la mano, fumando juka u otra sustancia, cuando piensas que las redes son para subir lo que te da la gana sin la consideración oficial de la página que tiene estatutos estableciendo precisamente este tipo de imágenes o videos, comentarios insultantes u otros tipos de ademanes a través de las redes sociales, se puede considerar una violación mucho mayor que al día siguiente, y aunque tienes todo tu derecho, vengas a subir una imagen con una oración a Dios diciendo que amas a Dios, eso no está bien ni es apropiado.
Incluso, llegare un poco más lejos ahora, personas que colocan en sus muros con fotos escandalosas, provocativas, casi desnudas, aclamando a Dios lo bueno que es, cuando a estas personas usted no las ve ni en una iglesia, ni en un ambiente adecuado a sus palabras, ni mucho menos dando un testimonio real de que Dios sea bueno.
Probablemente, creo que si tienen razón por un lado: no estamos orándole al mismo Dios.
Se ha creado esta moda en la que se vale emborracharse y al día siguiente se puede decir: gracias Dios mío por ser tan bueno. Yo sé que Dios no se siente mal porque digas eso. Cada día es un empezar de nuevo, pero quienes te ven entenderán que no eres íntegro en tu comportamiento, que eres falso, que sostienes doble vida, doble moral, que eres un hipócrita a todo lo ancho de una cancha de tenis y que no respetas nunca el juicio ni el pensar propio ni de los demás.

¿Sugerencias? Nadie se atreve.
Sostengo y digo que no muchos estarán de acuerdo con la actitud común del pueblo en las redes sociales. Que eso es normal, que este es el mundo de hoy, en fin. Pero ese es justamente el mundo que han querido hacernos pensar algunos que es el correcto. El que te de la gana seguir una doble vida no es asunto mío. Yo pretendo mantener una imagen, unos principios, una moral única sobre lo que pienso y creo de Dios. Eso me mantiene al menos balanceado en cuanto a lo que es el pecado y lo que es su gracia.
Si es cierto que no estoy ajeno a cometer otro pecado más por seguirle a El, es cierto que al menos me sostengo de su gracia cada día para mantenerme en su amor.
No se puede vivir en dos aguas. No se puede echar vino nuevo en vasijas viejas, porque se romperá la vasija y se derramara el vino. Ni se puede remendar un tejido viejo con uno nuevo. Porque igual se romperá y se echara a perder toda la tela.
Mira, tú eres vino nuevo ahora, eres un manto nuevo para Dios. Si es como dices algunos días que el es bueno, no le des promoción y alabanza a las cosas por las cuales El es celoso.
Mantén tu vida en una sola posición. Y, como he dicho que no juzgo: si serás bueno, trata de serlo al cien por ciento. Si serás malo, allá tú y las consecuencias.
Te invito a comprender este mensaje para que no pienses que quiero hacerte cambiar de opinión sobre lo que te parece mejor y lo que no.
Creo en divertirse, en mantenerse alegre todo el tiempo, en ser feliz, pero me he dado cuenta que para lograr esto primero debo analizar si lo que me hace feliz no me está haciendo daño.
Piensa en esto antes de continuar tu vida con doble sentido y moral. Se de un carácter único y agradable a Dios, así serás del agrado propio tuyo y no tendrás más insatisfacción en tu vida como para hacerle creer a otros que eres feliz por ser corrupto y propagar tus malas intenciones a los demás.
Amen.