miércoles, 23 de diciembre de 2015

TU YO VERDADERO VS EL YO FALSO


            Hazte de cuenta que lo que eres hasta ahora que lees este articulo no ha sido más que un invento de reglas, parámetros, patrones de coerción, tradiciones, esquemas culturales, fundamentos basados en la educación, la religión, paradigmas sociales, idiosincracias establecidas en todo tu pensamiento. En base a lo que se ha construido de ti, eso es perfectamente lo que la sociedad espera de ti. Si eres un perturbador o un estorbo que rompe con los principios y estatutos, se te aparta de los demás, si eres de los que aporta demasiado, haces demasiado bien, eres un ciudadano modelo, es posible que te aparten también. La sociedad no quiere héroes ni cobardes, solo personas que existan en su propio juego término medio. Si intentas subir, te despedazarán, si intentas bajar, lo mismo.
       
            Con esto iniciamos una aventura que tiene por esencia una lucha. Batallamos contra todos, entre nosotros, con las opiniones ajenas, con los comentarios y puntos de vistas de la ciencia. Debido a eso nos apartamos cada vez más de nosotros, o sea, de lo que realmente SOMOS.
             Pregúntate: Ha valido la pena ser lo que eres? Alguna vez te hiciste preguntas fuera de contexto basadas en tu propia opinión? O sólo has validado la consciencia que se te ha dado por medio de acumulación de conocimientos de otros? Pocas personas son pensadores propios de sus ideas. A veces te ves a ti mismo tomando diferentes puntos de vistas y anotas y luego todo eso va a la cabeza. Es posible que se lo muestres a otros y digas que es tuyo lo que has dicho, cuando en verdad, ha sido de alguien más.

             Quién es tu YO REAL?
             Si eliminamos cada cosa que has aprendido hasta ahora y empiezas a ver un árbol, realmente verías un árbol, o verías una acumulación de hojas sobre un inmenso tronco danzando al compás del viento. E igual no estarías siendo honesto. Si acabo de meterte un pensamiento. No escuches lo que te estoy diciendo. Piensa en lo que eres. Cierra tus ojos y dime lo que ves. Nada, cierto? Ahora, dime lo que sientes. Sabes que respiras, que sientes frío o calor, que tienes sed, hambre, quizás ganas de ir al baño. Eso es lo que tu cuerpo te dicta en base a sus necesidades. Pero persiste mi cuestión: Quién eres? Hacia dónde vas en la vida?
           Cómo identificar mi YO REAL? Es posible que deduzca un acercamiento por medio de mi YO FALSO. Este Yo que no es sino una acumulación de ideas ajenas e impuestas a través de los años, me dice que cada cosa que he hecho, frustrantes, engañosas, exageradas, malintencionadas, errores, tropiezos, pensamientos negativos, suicidas, vicios y fatídicos momentos de tensión, son producto de aquello que no soy, sino de aquello que es de otros y en lo que he creído. Ahora bien, tomando ese otro Yo que ha escuchado y ha formateado una personalidad basada en directrices, comportamientos, tipicaciones y análisis respecto a como he sido criado, diría que soy un derivado de lo que mi familia siempre ha querido de mi y lo que la sociedad espera. Pero, ese no soy yo.
           
            El YO REAL surge cuando el YO FALSO se desmantela. Para lograr esto se debe comenzar de nuevo. Rayos, empezar de nuevo. Una nueva historia a toda la historia que tenías tramada hasta ahora. Comenzar a reescribir todo. Desde el momento en que te dijeron que no estabas bien al patear los juegos, hasta que aprendiste a conducir tu primer auto. Reestructurar, renovar, recomenzar, renacer o convertirte, que es el resultado de dar giro a algo. Vertir es echar algo sobre una cosa. Tu viertes el agua en un vaso, eso fue lo que te hicieron los mecanismos de este mundo para poderte controlar y adaptar al medio subyacente. Ahora bien, para escapar al sistema sin dejar de funcionar para el mismo, debes convertirte, o sea, volver a ser echado de nuevo, pero en un vaso limpio, no sucio. Reconstruir, reponerte, restaurar.

martes, 22 de diciembre de 2015

EL LADO MACABRO DEL MATRIMONIO

             Se trata de algo común, otra escena hecha de piltrafas ignorantes reventando alrededor mío y por las ventanas desde donde oigo incómodo las palabras hirientes que se inflan gradualmente mientras intento ver la televisión. Es un desafío evitar escucharlas. Sin querer meterme en la pelea de parejas, me veo involucrado intencionalmente.
            Son luchas gratis, imagino. Pero muy lamentables. La batalla dentro de un matrimonio parece eterna. Sin duda se hace tanta mención al hecho de que estar casados más bien suena a dos en una casa pero como locos. Las trifulcas, los pleitos, los enojos, a veces nos inflamos tanto que reventamos con cualquier alfiler pequeñito como una aguja y es que en el matrimonio, las conversaciones, las acciones, las buenas intenciones son tan delicadas como un jardin. Puedes ir arreglando una tras otras las bellas flores, pero mientras arreglas una, arruinas la otra. Hay pocos senderos en el jardin del matrimonio. Apenas puedes caminar bien para mantener ese jardin en perfectas condiciones. Y decir perfectas condiciones es ya demasiado.
           Si dices durante la comida que no quieres comer, a lo mejor tu esposa te responderá: ya te fuiste a comer a casa de tu madre otra vez  escondido de mi? Pues mira que bien, si no te gusta mi comida, de ahora en adelante te la haces tu solito. Y si es ella que no quiere comer, el marido le dice: oye, desde cuando estas enamorada de otro? Te veo haciendo dietas y todo eso y por mi nunca lo has hecho.
            Es tan delicado el tema. Un botón menos en la camisa del marido puede provocar un divorcio bien costoso. Un perfume extraño en la mujer. Cambio de look, ella luce más radiante y alegre que cuando se casó. Una mancha roja en la camisa, que muy bien podría ser kepchup. Pero a ella no le interesan esos detalles, solo quiere saber cómo se llama la mujer esa. Dígale que se llama Kepchup, que el jarrón bonito que compró días antes le costará más cuando se lo rompa en la cabeza.
            Ahora bien, a pesar de que suena chistoso el tema, es bien delicado. Esos inconvenientes antes mencionados son reales. Pero el mayor enemigo de una relación es y siempre será el demonio. Cuando usted no ha puesto su relación en manos de Dios, la relación estará puesta automáticamente en manos del enemigo que todo lo bueno que ve lo quiere destruir. Asi que si usted decidió ser feliz para siempre, en las buenas y en las malas, con esa persona que usted admiró, apreció y amó desde que la conoció, tendrá que prepararse para la prueba. Todo buen comienzo conlleva luchas, batallas. Perseverar es de valientes. Rendirse es de cobardes. Nunca una buena batalla fue catalogada como algo sencillo. Se suda, se come arena, hay dolores incesantes, terribles quejas, los huesos se sienten molidos, y con todo eso, levantarse es parte esencial de una victoria. A usted cuando se casó no lo llamaron a jugar a los noviecitos. Esas fueron las vacaciones, a usted lo llamaron a luchar, a combatir. Si quien se casó creyendo que iba de vacaciones, que todo iba a ser fácil y mejor, se equivocó. El matrimonio es un jardin, las flores te dan temporadas coloridas, perfumes y aspectos frondosos, pero también llega la temporada de su marchitación, caen las semillas y se riega la tierra y entonces vuelven a nacer bellas y despampanantes.
            Porque usted no esté casado no significa que pasa por menos, créame. Sólo se ha vendido una mala imagen del matrimonio, pero el 95% de las personas, al ver una hermosa familia con niños caminando por el parque, sienten más deseos de tener una igual, que seguir teniendo la misma vida solitaria o sin casarse. No es que casarse signifique perder. Pero para quien no viene preparado a esta batalla sagrada, dudo que permanezca. Los cobardes dan una mala imagen de la unión entre esposos. Los valientes pocas veces se cuentan porque no les gusta salir en público. La farándula da soporte a las historias tristes y llenas de tragedias y penumbras. Las historias de parejas felices no llaman mucho la atención para la televisión actual. El futuro se marchita alrededor de esas imágenes y los ojos de nuestros hijos contemplan con frialdad el mundo que ellos deben amar, al modo en que van entendiendo el concepto amar. Porque lo que ellos vean, eso mismo serán y harán.

DEJAME SER FELIZ, POR FAVOR.

                La verdad, esto de solicitar ser feliz funciona.
A veces dándonos cuenta o no, le hemos hecho algo terrible a la vida de otras personas. Al parecer nos atrae investigar acerca de los demás, nos hace sentir muy bien, felices, averiguar la vida ajena. La razón: sentir que la vida nuestra es menos problemática que la de otros. O puede ser también un mal hábito, deseos de venganza, de orgullo, de envidia, curiosidad, llámelo como quiera. Con o sin el nombre continuará haciendo el mismo daño.
               Al darme cuenta de que buscar en las vidas ajenas queriendo confrontar mis errores con los de los demás no sirve para nada, me aparto enseguida. Comprendo que metiéndome en la vida de otros sólo me busco problemas y no ayudo para nada. Hay una cosa muy en particular dentro de una conversación que se llama discreción. Es el desempeño de una charla sin indagar en asuntos personales de la persona con la que se conversa.
                Asi que, he solicitado que me dejen ser feliz. Por que? La mayoria de nosotros pasamos tiempos de inmadurez y ser sinceros actualmente es similar a caer como una roca pesada sobre los hombros de alguien. Nadie está dispuesto a que le griten cómo se hacen las cosas, precisamente, porque usted no es perfecto o se equivoca en alguna parte de su vida. Asi que si usted no ha arreglado el desastre propio de su santa vida, no quiera arreglarme el mio. Eso es en cuanto a meter la nariz donde no le llaman. Diferente de cumplir con una misión evangélica donde llevo un mensaje perfecto que me regaló Dios a través de su palabra. Por tanto, es cierto que siendo imperfecto, pecador, igual que cualquier otro, no merezco ser juzgado por nadie, solo por la palabra santa anunciada en gracia y proclamada por un hombre o mujer con dedicacion a las virtudes que dicha persona le merece respeto y ante la cual tambien se inclina para perfeccionar lo débil o los malos hábitos que tiene.
               Hay que ser valientes para desencadenar esas ataduras de miedo, timidez, tartamudez, en cuanto a llamarle la atención a alguien que se esté metiendo en nuestras vidas y nos esté impidiendo ser felices. Porque la razón de soportar esas personas heridas, sufridas, maltratadas, solo acarreará calumnias, chismes, sentimientos reprimidos y le ira dañando e hiriendo por dentro y fuera tanto a dicha persona como a usted. De hablar inmediatamente y decirle que le haga el favor de no indagar sobre asuntos que no le conciernen, sería mucho mejor. El show se acabaría al instante.
             Hágase un favor y en silencio márchese del lado de personas que son negativas, absorventes de su energía, de su tiempo, que la lastiman con palabras feas, le maltratan verbalmente, le insultan, le gritan, le arruinan sus sueños, sus metas. En ningun manual de ayuda le dicen a usted que es bueno soportar a estas personas. Ore por ellas en la distancia. Pero le aseguro que usted peca menos estando lejos de ellas que cerca, porque tanto usted en su dignidad merecen respeto, como ellos mismos en su dolor. Usted es también cómplice y a veces victima de malas experiencias dolorosas que le llevan a desahogarse en otros a traves del chisme, la calumnia, la difamación, los cuentos e historias de las vidas de otros. Hágase un favor y hágaselo a los demás: Sea feliz para que pueda hacer feliz a otro ser humano. Esfuércese en buscar sentirse bien, tanto con usted, como con Dios, la vida, la familia, los amigos y la sociedad en la que vive.
            Lleve esperanzas donde ya solo existe oscuridad y desencanto. Motive, escuche, aconseje, pero siempre con un corazón alegre, lleno de luz, de amor y humildad, entendiendo que usted también tiene sus fallos y que está luchando diariamente contra ellos. No malogre su tiempo con personas que no quieren ser ayudadas y no se deje tampoco malograr por quienes quieren llegar a sus vidas para controlársela como si fueran dueños de sus casa, su cuerpo, su vida. Dígale a quien sea que intente arrebatarle su hermoso día que usted no desea estar escuchando esas palabras. Que usted esta bendecido/a en aquel que la ama sin juicio.
Amen.