La verdad, esto de solicitar ser feliz funciona.
A veces dándonos cuenta o no, le hemos hecho algo terrible a la vida de otras personas. Al parecer nos atrae investigar acerca de los demás, nos hace sentir muy bien, felices, averiguar la vida ajena. La razón: sentir que la vida nuestra es menos problemática que la de otros. O puede ser también un mal hábito, deseos de venganza, de orgullo, de envidia, curiosidad, llámelo como quiera. Con o sin el nombre continuará haciendo el mismo daño.
Al darme cuenta de que buscar en las vidas ajenas queriendo confrontar mis errores con los de los demás no sirve para nada, me aparto enseguida. Comprendo que metiéndome en la vida de otros sólo me busco problemas y no ayudo para nada. Hay una cosa muy en particular dentro de una conversación que se llama discreción. Es el desempeño de una charla sin indagar en asuntos personales de la persona con la que se conversa.
Asi que, he solicitado que me dejen ser feliz. Por que? La mayoria de nosotros pasamos tiempos de inmadurez y ser sinceros actualmente es similar a caer como una roca pesada sobre los hombros de alguien. Nadie está dispuesto a que le griten cómo se hacen las cosas, precisamente, porque usted no es perfecto o se equivoca en alguna parte de su vida. Asi que si usted no ha arreglado el desastre propio de su santa vida, no quiera arreglarme el mio. Eso es en cuanto a meter la nariz donde no le llaman. Diferente de cumplir con una misión evangélica donde llevo un mensaje perfecto que me regaló Dios a través de su palabra. Por tanto, es cierto que siendo imperfecto, pecador, igual que cualquier otro, no merezco ser juzgado por nadie, solo por la palabra santa anunciada en gracia y proclamada por un hombre o mujer con dedicacion a las virtudes que dicha persona le merece respeto y ante la cual tambien se inclina para perfeccionar lo débil o los malos hábitos que tiene.
Hay que ser valientes para desencadenar esas ataduras de miedo, timidez, tartamudez, en cuanto a llamarle la atención a alguien que se esté metiendo en nuestras vidas y nos esté impidiendo ser felices. Porque la razón de soportar esas personas heridas, sufridas, maltratadas, solo acarreará calumnias, chismes, sentimientos reprimidos y le ira dañando e hiriendo por dentro y fuera tanto a dicha persona como a usted. De hablar inmediatamente y decirle que le haga el favor de no indagar sobre asuntos que no le conciernen, sería mucho mejor. El show se acabaría al instante.
Hágase un favor y en silencio márchese del lado de personas que son negativas, absorventes de su energía, de su tiempo, que la lastiman con palabras feas, le maltratan verbalmente, le insultan, le gritan, le arruinan sus sueños, sus metas. En ningun manual de ayuda le dicen a usted que es bueno soportar a estas personas. Ore por ellas en la distancia. Pero le aseguro que usted peca menos estando lejos de ellas que cerca, porque tanto usted en su dignidad merecen respeto, como ellos mismos en su dolor. Usted es también cómplice y a veces victima de malas experiencias dolorosas que le llevan a desahogarse en otros a traves del chisme, la calumnia, la difamación, los cuentos e historias de las vidas de otros. Hágase un favor y hágaselo a los demás: Sea feliz para que pueda hacer feliz a otro ser humano. Esfuércese en buscar sentirse bien, tanto con usted, como con Dios, la vida, la familia, los amigos y la sociedad en la que vive.
Lleve esperanzas donde ya solo existe oscuridad y desencanto. Motive, escuche, aconseje, pero siempre con un corazón alegre, lleno de luz, de amor y humildad, entendiendo que usted también tiene sus fallos y que está luchando diariamente contra ellos. No malogre su tiempo con personas que no quieren ser ayudadas y no se deje tampoco malograr por quienes quieren llegar a sus vidas para controlársela como si fueran dueños de sus casa, su cuerpo, su vida. Dígale a quien sea que intente arrebatarle su hermoso día que usted no desea estar escuchando esas palabras. Que usted esta bendecido/a en aquel que la ama sin juicio.
Amen.
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