viernes, 25 de febrero de 2011

La Desafiante Verdad: Vivir es Amar.


-Hermanos, no es la religión lo que buscan con ansias sino a Dios. La sed nos lleva hacia Dios, pero hay quienes confunden ante sus inmensas ansias de sed a la verdad misma. Donde pues encontraran a Dios si solo ponen de relieve a la religión como sentido egoísta? Como se levantan para aclamar a Dios por ser de una religión en especial y esperan que el les escuche y les atienda, cuando no han puesto a los que pertenecen a otra religión como primera cosa? Fíjense bien antes de orar. Si piden por el bienestar de su Iglesia, esa misma que invoca a Dios, pidan también por las que lo hacen de igual modo aun siendo de otras Iglesias o religiones. Porque, donde está la paz que buscan si solo procuran guerras con aquellos que hacen también el trabajo del amor. Si no es contra fuerzas humanas nuestra batalla, porque siempre hemos de atacarnos unos con otros como si fuéramos demonios y espíritus inmundos, pecadores del infierno, blasfemos y corruptos cuando la verdad es que, somos templo vivo del mismo Espíritu que nos une? Fíjense bien y escuchen, el demonio procura la división, con eso consigue la guerra entre nosotros y así es como consigue que nadie más crea en Dios, debido al desorden que nosotros mismos generamos por las confusiones y demás verdades a medias que aun no ponemos en tela de juicio bajo un encuentro ecuménico, de ese modo se generan dudas en los que apenas escuchan mencionar el nombre de Cristo por algún lado, adquiriendo de ello un solo resultado: No voy a la Iglesia ni a los pies de Cristo porque eso es pura babosada. Miren como ellos mismos se pelean y hacen la guerra. Como pues voy yo a ir a algo así? En líos así no me entro ni loco.

Se los digo hermanos, abran sus ojos para que puedan ver, sus oídos para escuchar el clamor de la gente que quiere a Dios y que pide auxilio. Si nosotros que optamos a la vida por estar en Cristo, no amamos la vida misma al procurarla con sabiduría, como habremos de transmitir a un Cristo Resucitado, si siempre hablamos de lo mal que nos va en todo, de lo mal que resultan las cosas, de cómo la maldad cada vez se apodera del mundo y de cómo ya no hay esperanzas para nadie que quiera subir al cielo?

De algún modo, estamos condenando a cada persona que está ansiosa de Dios al infierno que no ha existido aun. Si abren sus ojos, verán que todo es un invento, que no hay nada más claro en esta vida que el Amor de Dios por nosotros y que solo su paz inunda nuestro ser. Déjense atrapar por su amor. Que no te lo impida nada en este momento. El miedo es un invento para impedirte creer en Dios abiertamente. Que nada imaginario te espante. La única realidad que hemos querido estar evadiendo durante toda nuestra vida es, que Dios está aquí presente, nos mira en este instante y nos ama con entrega como lo manifestó con su Hijo amado. Nos está amando ahora mismo, no ha mirado nuestras faltas. Esta mirándonos tal cual somos. Quienes sienten a Dios distante, son ellos mismos quienes se han procurado esa distancia con el castigo de la culpa. Dios nunca te dijo a ti que era el fin de tu trayectoria. Nunca te dijo que todo acabo. Dios es la esperanza, Dios es la paz, Dios es el amor que tú mismo renegaste en algún momento. Dios siempre estuvo y esta, tú te hiciste a la idea de que El ya no te amaba y te creaste una horrenda teoría de que, ya nada podría ayudarte o darte sosiego. Es una mentira y no pretendo juzgarte, pero es una clara y evidente mentira que solo pudo nacer del que es amante de la destrucción y de la podredumbre. Ni siquiera vale que se piense en eso, vale solo ahora el recordar con quien estamos y de quien somos. De Dios hemos venido y a El hemos de ir. Somos la naturaleza de Dios hecha carne y bajo su amor nos acobijamos para emprender el camino para el que hemos sido enviados: amar y nada más. Amar y nada más. Amar, solo eso es suficiente saber. Amar, solo eso es ya demasiado para nuestras vidas. No pretendamos reconocer los males de este mundo como algo importante, algo que nos obstruye y que nos limita o se nos impone, porque eso solo genera más excusas y baratas justificaciones y una total pérdida de tiempo.

Empecemos ya la tarea hermosa del amor. Concentrémonos en el amor. Amar y punto. Amar es la verdad hacia todo. El amor es lo que sustenta el universo y hace que todo gire misteriosamente en el orden perfecto de las cosas creadas. Dios es amor. Amén.

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