martes, 15 de marzo de 2011

MUCHA VIDA...VIGILANDO LA ESTRATEGIA DE MI ABUELA


Durante el año 1988 existieron muchos avances para la medicina moderna que ahora es ya una realidad latente bajo los designios irrisorios de la tecnología. Pero no ha existido jamás algo que pueda restablecer el sistema defensivo del cuerpo humano de forma tan natural como lo han sido las técnicas más extrañas de mi abuela.

Tiene actualmente 100 años. Es una persona con un poco de conocimiento medicinal práctico y de yerbas curativas al tope. Logro trabajar hasta los 91 años en la farmacia que ella misma fundo y la cual fue bautizada por el pueblo donde nacimos con el nombre de FARMACIA ENRIQUETA. No hay duda de que hizo un programa de vida que ahora está registrado para la historia como una leyenda poco reconocible. Una mujer hábil, capacitada por un don, estratega, depositada en las manos de Dios, entregada, decidida y determinada. Es razonable que en su intento de ayudar a muchos se le encontraran ciertos fallos por la relación poco coherente entre lo que representaba combatir el mal y lo que significaba estar de parte del bien.

Imaginemos un comportamiento rustico para con aquellos que cometen injusticias, pues a veces a mi abuela se le iba la bola y hasta con los que no merecían sus agitados gritos, bien merecido para los que practicaban las injusticias, se metía.

He aquí entonces los secretos que hicieron que mi abuela lograra mantenerse viva durante tanto tiempo:

1. Inteligentemente, leyó que el ajo era un nutriente rico en vitaminas para restituir las defensas del cuerpo. Así que, cada noche, veía con mis propios ojos, como mi abuela se tragaba un diente de ajo con solo agua, como si fuera una pastilla.

2. Interesante es el siguiente desafío, pues mi abuela tenía una hora establecida para orar y era después del trabajo o al comenzar cada día lo hacía siempre después de leer la biblia, hacer una acción de gracias y así se lanzaba mi abuela a sus faenas diarias. Muy rico esto para la voluntad del espíritu.

3. Baños de yerbas aromáticas.

4. Paseos todos los domingos para diferentes lugares del país. Era una especie de ritual o terapia. Yo iba con ella.

5. Hacia obras de caridad por montones. Visitaba hospitales, hogar de ancianos, cárceles, monasterios y seminarios…y el famoso día del patrón Santiago, que celebraba en su casa regalando a más de doscientas personas y a veces más, plátanos, habichuela, arroz y veinte pesos para la carne. Todo gratis, solo por su espíritu dadivoso. Eso ayuda mucho a la salud.

6. Pero lo más intenso era su técnica para extraerse gases de su estomago. Muy famosa por eso, ya que recuerdo muy bien cuando el Presidente Peña Gómez la visito, no tardo en reventarse uno de sus más grandes éxitos. Sonaban como un tren en marcha. Los reconocía muy bien ya que dormía en la misma habitación, aunque salvado por un poco de distancia. En fin, esta es la teoría que tanto muchos han querido ignorar: los gases. Si ellos no tienen escapes, producen dolores de espaldas, de estomago, dolores de cabeza, en las articulaciones, estrés, etc. Cuando mi abuela entonaba su estomago con ciertos palmoteos recios, había que alejarse mucho por como ella se quedaba con su mirada tan seria de: alguien que me traiga un poco de agua…apartada por la costumbre que tenia de que se había tirado un buen gas.

7. Estridente el caso o no, mi abuela ha sobrevivido tantos años y estoy por creer que se debe y se ha debido a todas estas causas, incluyendo como ultima el hecho de que, mi abuela para ser vieja ha sabido adaptarse a los cambios y medios de forma paciente, tolerante, llena de amor y contenta de haber creído en un Dios amoroso. Hoy es una mujer con problemas de Alzheimer y que casi olvida todo por momentos. Quienes la conocimos, eso sí, jamás lo haremos.

Pocas veces podría decirse, se ha tenido la oportunidad de estar al lado de una persona santa y vivir sus experiencias y pruebas…pues yo, como su nieto, siento que lo he podido lograr. Tengo una abuela santa. He aqui una foto de ella.

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