sábado, 1 de noviembre de 2014

HALLOWEEN O DIOS?

   Ciertamente, la pregunta está bien planteada. Lo digo respecto a la experiencia que tuve. Alguien me preguntó sobre el disfraz que le puse a mi hijo el día de Halloween. Suponiendo que yo tenía dicha creencia como algo "Normal". Pues bien, cuando introduje los conceptos siguiente, se armó la de troya: "Yo no comparto esa creencia". Dije con seguridad e inocencia al pensar que vivía en un país libre de creencias. Si definiera el tono en el que defendieron dicha festividad pagana, me atrevería a decir que fue como si animales salvajes me atacaran por no creer en lo que sus almas sí creían.
 
    "Eso no es malo, eso es jevi. Tu estás equivocado, es no es así. La gente inventa muchísimo. Ese es un día para honrar la muerte de forma positiva. Además, la gente se divierte, se hacen regalos, se disfrazan y se reúnen. Es excelente".

    Yo expresé apenado, pero con certeza a la vez: "¿Acaso me estás queriendo motivar para que crea sobre algo que no quiero? Y no supo responderme. Porque si yo no obligo a nadie, ni conduzco mi idea sobre Dios a los demás, ni hablo de Dios por respecto a la idea estatal de este país, entonces, ¿Por qué debo yo verme obligado a creer lo que al otro le parece?

    El Halloween tiene diversas facetas, dentro de las cuales se destacan ciertos fundamentos oscuros para los que se les ha elegido como fiesta pagana: Escucho en las emisoras de radio que las mujeres ese día están casi desnudas porque representarán diablitas que querrán devorar las almas de los hombres. Y no andan lejos de la escena cuando se visten con innumerables fetiches sexuales, eróticos, diabólicos y satánicos que amplían una zona de peligro espiritual. Los rituales toman auge dicho día. El cooperar con un traje y celebrar dicha festividad redunda como elogio a los encargados de reunir todas las intenciones de esas personas y ofrecerselas al padre de la mentira, que todo lo que hace es tergiversar las cosas.

    No digo esto para que cambies de parecer respecto a esta fiesta pagana. Lo digo con decencia, así como mis compañeros de trabajo quisieron defender dicho día, pues yo permanezco en el mío. Alabo a Dios y nada más. Sea usted consciente de que no intento inducirle ninguna creencia, sólo quiero que conozca la verdad. Si el Halloween es Dios para usted, siga alabando su día. Yo alabo al creador de la vida que es más que un día. Entienda que los disfraces son interesantes si no representan oblaciones a la maldad. En cambio, si hacen oblaciones a Dios, vestirse de angelitos, de santos, de mamíferos, de payasos, cosas que no crean pesadillas, que no alboroten las ideas de querer ver cosas sanas, que ayuden y que no precisen de ése día, pues sería mucho mejor.

     Si quiere celebrar Halloween, hágalo en la Iglesia como el día de todos los fieles difuntos. Oremos para que quienes participan, cooperan y dan su vida por el Halloween, conviertan sus vidas como nosotros los pecadores que estamos buscando también hacerlo diariamente. Amén.

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